Quienes están al mando de un negocio, aunque tengan que desempeñar diversas labores para mantener a flote una empresa –como la lealtad hacia la idea principal, la estructuración de la empresa, proveedores, materiales, recursos humanos, etc.-, nunca pueden dejar de lado al cliente, porque es él quien determinará si sus empresas se mantienen en el mercado de manera exitosa o fracasan en el intento. Recuerda: el cliente es tu principal objetivo.

El cliente debe incluirse en cualquier dinámica que se vaya a desarrollar dentro de la empresa. Toda acción o decisión debe efectuarse pensando primordialmente en él.

Siempre hay que tener en cuenta qué es lo que el cliente busca de una marca para poder cumplir a carta cabal todos sus requerimientos y ganarse su confianza, y con ello superar a tu competencia. El tomar una decisión que vaya en contra de lo que un cliente busca de ti puede ocasionar su alejamiento.

Una vez que cuentes con una cartera de clientes importante, es bueno lograr mantenerlos el mayor tiempo posible. Pero es aun más importante comenzar a captar clientes nuevos, esas personas que no se dejaron “enamorar” al principio. Tienes que buscar la manera convencerlos, no importa si sólo logras captar unos pocos al inicio. Esos clientes pueden propiciar el aumento de tus ventas.

Lo que se tiene que hacer es transmitirles lo que ofreces, pues si al comienzo se mostraron reacios ante tus productos, sin duda laestrategia que usaste no fue la más apropiada. Quizá convenga cambiarla, entonces. Asimismo, se debe mostrar las principales características de tu producto y resaltar sus diferencias con respecto a los demás productos similares. Es importante que los trabajadores también sepan comunicar de manera adecuada lo que se ofrece. Para ello, deben estar correctamente informados.