Emprender un negocio no es tarea fácil, debido a que el mercado es mucho más competitivo y todos aspiramos a obtener éxito con nuestra idea ganadora, pero muchas veces nos olvidamos de algunos detalles que pueden marcar la diferencia y llevar al fracaso nuestro proyecto.
Te mostramos algunos de ellos para que estes atento y lo evites:
No aceptar tarjetas bancarias. El uso de tarjetas de débito y de crédito se ha masificado considerablemente durante los últimos años y para muchos consumidores se ha convertido en una costumbre su utilización. Considerando esto, los clientes, en el momento de adquirir algún servicio o producto, optan por éste método de pago, porque hace más fácil la compra.
Fíjate en tus socios. La mayoría de las veces puede resultar más fácil emprender tu negocio en solitario, ya que nadie asegura que con el paso del tiempo tú y tu socio, tengan las mismas convicciones, debido a que cambian las prioridades y comienzan a surgir los roces. Si no te es posible hacerlo así o compartes con alguien tu idea o proyecto, asegúrate que esa persona sea de tu plena confianza, responsable y comprometido. Además, desde un inicio estipulen los términos de los contratos a firmar, de los derechos de uso de marca, las obligaciones y los salarios que recibirá cada uno de los fundadores, esto evitará muchos problemas en el futuro.
No considerar la publicidad. No todos los productos se venden por sí solos y si piensas eso estás cometiendo un grave error, más aún si estás consciente de la competencia que existe en el mercado. Debido a esto, es prácticamente una obligación diferenciar el producto de los demás y puedes hacerlo mediante la publicidad y el marketing, debido a que el público elige lo que más le llame la atención y la mercadotecnia es una herramienta que influye mucho en las decisiones que se toman a la hora de adquirir un producto o servicio.
No resistir tiempos difíciles. Siempre el primer año de vida de tu negocio será el más duro en términos económicos, ya que es un tiempo invertido principalmente en dar a conocer y expandir la marca, captando clientes y generando nuevos recursos.
Es importante que tengas ahorros que puedan solventar los gastos, incluso aquellos inesperados, que se producen durante este tiempo.
Ignorar a la competencia. Uno de los errores que se cometen a menudo es subestimar o ignorar a la competencia, tanto la directa como la indirecta e incluso la sustituta, creyendo que los productos que ofrecemos son los mejores y son únicos dentro del mercado. Mantén siempre en la mira a la competencia, ya que de esta manera podrás comparar lo métodos de funcionamiento y mejorar los fallos que presente tu empresa o negocio. Recuerda que la superación es la clave para conseguir el éxito. Evita cualquier tipo de copia o de imitación, ya que el público lo nota y apostará siempre por aquel que le ofrece un valor diferente y único.
Personal no apto. La atención al cliente es el factor principal para que un negocio o empresa surja y sea reconocida. Los consumidores están conscientes de su importancia y del rol que cumplen, y tienen el poder a la hora de elegir entre uno u otro servicio. Fidelizar a los clientes es fundamental, ya que así mantienes su atención y preferencia. Para esto, contrata personal capacitado para desarrollar ciertas labores, debido a que la atención que ellos brinden se verá reflejada en la cantidad de clientes que tenga tu negocio; mantenlos siempre contentos y motivados, esto lo puedes lograr por medio de reconocimientos, bonos o estrategias de identidad corporativa.
Fuente: SoyEntrepreneur.com